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jueves, 20 de septiembre de 2007

TRIUNFALISTA FESTEJO DE REJONES EN CORTEGANA

Nueve orejas y un rabo se repartieron Marco José, Cartagena y Ventura en la novillada de rejones.

PLAZA DE TOROS DE MOGUER
Ganado: Tres novillos de Campoamor de correcta presentación y aceptable juego, dos de Espantalobos y uno de la Prusiana, parados y en escasa presencia y juego, en especial el quinto.
Toreros: Marco José, oreja tras rejonazo. Andy Cartagena, dos orejas y dos orejas y rabo. Diego Ventura, dos orejas y dos orejas.
Incidencias: Tarde encapotada, piso en buen estado a pesar de la lluvia, los dos últimos toros se lidiaron con la luz artificial de escasa potencia, tres cuartos de entrada en los tendidos. El baile de corrales habitual de la empresa.

JAVIER GARCIA-BAQUERO - CORTEGANA
El encierro anunciado de Campoamor, en los carteles aparecía entre paréntesis Santa Teresa, fue cambiado lidiándose al final un remiendo con dos de Espantalobos y uno de la Prusiana, en una costumbre inveterada de la empresa.

El cartel había creado gran expectación en la comarca, sólo la lluvia intermitente durante todo el día ha impedido que el coso serrano se haya llenado de esa afición que acude a los festejos de rejones, esa amalgama de aficionados al toro y al caballo. A pesar de eso, los tres cuartos de plaza hablan de lo atractivo de una terna de rejoneadores, en especial el triunfador de Sevilla y Madrid, Diego Ventura, que no guardará un buen recuerdo de Cortegana al entender injusta la decisión de la presidencia de negarle el rabo. Bien cierto es que mató mal por precipitación con rejonazo trasero, pero el agravio comparativo respecto al apéndice caudal concedido al Cartagena en el anterior, a pesar de un bajonazo infame sin soltar que partió al novillo, hicieron que Ventura despreciase las dos orejas concedidas por la presidencia. El portugués de la Puebla del Río realizó lo mejor de la tarde, su cuadra se encuentra en un momento excepcional, su monta lo acredita como príncipe del rejoneo detrás del Rey del Sol que es Hermoso de Mendoza, la expresión de sus cabalgaduras llegan al aficionado e intenta siempre montar por arriba, lo que trae como consecuencia los errores de bulto en la colocación del rejón de muerte. Al primero lo mató de un rejonazo espectacular, sólo la escasez de juego del novillo de feo tipo impidió un mejor resultado.

Andy lleva un tiempo donde no lo vemos evolucionar, luce los caballos lejos de la cara de los toros, quiebra lejos y parece haber olvidado sus intenciones de ser el número uno. Su espectacularidad y oficio le permiten llegar al espectador, pero el verdadero aficionado le exige más porque sabe de sus posibilidades. Brillante en banderillas con sus clásicas piruetas y resto de suertes comprometidas, como decíamos a metros de cómo las ejecutaba hace un par de años.

El portugués Marco José vino a Cortegana con una cuadra excelentemente presentada pero corta. Al primer novillo de Espantalobos, manso y parado, al que no entendemos por qué le endosó un segundo rejón de castigo, le arrancó una oreja después de un rejón de muerte de deficiente colocación pero efectivo. En el segundo estuvo brillante, especialmente con un alazano lusoárabe, pero dio un verdadero recital a la hora de matar, dificultad intrínseca de todos los toreros portugueses que lidian poco en España. En fin, bien está lo que bien acaba, pero entre el baile de ganado y la variabilidad del tiempo han dejado el festejo que se presumía triunfal en triunfalista.

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